Google da otro paso hacia la apariencia plana para sus botones, algo retro considerando lo que permitían las herramientas de programación de escritorio hace una década y más. El resultado es bastante limpio, bajándole el contraste a los botones que se tienen disponible todo el tiempo, cambiando los colores fuertes por un gris medio sobre una base casi blanca. El primer impacto es una apariencia más relajada para la vista, que hace que los colores de base para el texto resalten sobre los recursos dispuestos para su edición.
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