Existe todavía una fragmentación conceptual respecto a la competencia entre dispositivos en la era post-PC. Si bien parece que las tablets llegaron para arrasar a la industria del PC, la verdad es que han servido para reorientar el consumo de los equipos y para darle una nueva dinámica a los computadores para el trabajo personal. No tenía mucho sentido, en el pasado reciente, que un computador casero con hardware de última tecnología pasara sus días dedicado al chat y a las redes sociales, desaprovechando su potencial. Las tablets llegaron para ajustar el uso, afectando notablemente las ventas de computadores personales, que empezaron a decrecer al hacerse más claro su objetivo.
No es cierto que las tabletas sean el recurso definitivo. Como están las cosas hoy se puede hacer una categorización clara a partir del uso. Por un lado están los computadores personales con fortalezas en la conectividad heterogénea y en interfaces de entrada y salida, que los hace adecuados para la producción de contenidos, la publicación y la creación en general. Por otro lado se puede considerar a las tablets como el recurso preferido para consumir contenido, de manera que se crea desde los computadores personales y desde las tablets se consume y expone el trabajo realizado.
Estas dos distinciones bastan para caracterizar toda la industria, incluyendo en la categoría de computadores personales a cualquier equipo rico en interfaces de interacción usuario-máquina, como los portátiles y computadores de escritorio, y en la categoría de tablets a las pantallas táctiles de cualquier tamaño, incluidos los teléfonos móviles. Relojes y gafas sólo pueden ser considerados accesorios complementarios en función de cualquiera de estas dos categorías.
Todavía quedan algunos sectores donde los computadores personales y las tablets competirán, pero no hasta matarse, y cuyo ganador aún es difícil de preveer; ejemplo de sectores en los que habrá competencia es la industria de los videojuegos, con un mercado creciente en tablets y móviles. Para este tipo de consumos lo más probable es que nos encontremos en el futuro con una integración de las dos plataforma, de manera que los equipos que ofrecen mayor movilidad sirvan sólo para dar continuidad a algunas tareas del trabajo de base, tareas que se pueden abordar con el déficit de interfaces de entrada y salida que ofrecen las tablets. Todavía hará falta el trabajo de oficina antes de ajustar detalles durante el viaje hacia la ubicación del cliente.
No es cierto que las tabletas sean el recurso definitivo. Como están las cosas hoy se puede hacer una categorización clara a partir del uso. Por un lado están los computadores personales con fortalezas en la conectividad heterogénea y en interfaces de entrada y salida, que los hace adecuados para la producción de contenidos, la publicación y la creación en general. Por otro lado se puede considerar a las tablets como el recurso preferido para consumir contenido, de manera que se crea desde los computadores personales y desde las tablets se consume y expone el trabajo realizado.
Estas dos distinciones bastan para caracterizar toda la industria, incluyendo en la categoría de computadores personales a cualquier equipo rico en interfaces de interacción usuario-máquina, como los portátiles y computadores de escritorio, y en la categoría de tablets a las pantallas táctiles de cualquier tamaño, incluidos los teléfonos móviles. Relojes y gafas sólo pueden ser considerados accesorios complementarios en función de cualquiera de estas dos categorías.
Todavía quedan algunos sectores donde los computadores personales y las tablets competirán, pero no hasta matarse, y cuyo ganador aún es difícil de preveer; ejemplo de sectores en los que habrá competencia es la industria de los videojuegos, con un mercado creciente en tablets y móviles. Para este tipo de consumos lo más probable es que nos encontremos en el futuro con una integración de las dos plataforma, de manera que los equipos que ofrecen mayor movilidad sirvan sólo para dar continuidad a algunas tareas del trabajo de base, tareas que se pueden abordar con el déficit de interfaces de entrada y salida que ofrecen las tablets. Todavía hará falta el trabajo de oficina antes de ajustar detalles durante el viaje hacia la ubicación del cliente.
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